sábado, 25 de abril de 2009

San Sebastián de Tiziano

Sebastián, Guido Reni, Escuela Clasicista.


Tiziano Vecellio, San Sebastián
Óleo sobre lienzo, 1575.
Museo del Hermitage.


Un santo cristiano del siglo III, pintado por Tiziano en 1570, acabó convirtiéndose en un icono gay 1.600 años después. Muchos han querido ver en su rostro ambiguo y su postura a un representante de la cultura homosexual. El soldado romano condenado por sus creencias —ese fue el pecado de Sebastián— retratado por Tiziano recuerda a una estatua griega. Su rostro está inspirado en uno de los hijos de la escultura griega de Laooconte y su cuerpo en el Apolo de Balvedere. Curiosamente al santo se le conoce en arte como el Apolo Cristiano por ser, al igual que el dios clásico, una de las imágenes más representadas. Narra el primero de los martirios que sufrió Sebastián, el de ser aseteado, martirio que no consiguió matarlo. La boca entreabierta, el gesto ambiguo, entre el dolor y el placer, y su postura recuerdan más a un efebo clásico que al mártir que realmente fue.


San Sebastián fue un soldado romano que fue condenado por Diocleciano por no querer abjurar del cristianismo. Su martirio se producirá por medio de una lluvia de flechas que se clavarán en su cuerpo, aunque no conseguirán matarlo, recogiéndole Santa Irene por la noche, curándole las heridas. Más tarde será decapitado.


Aunque no muera en ella, será la lluvia de flechas el momento elegido para su representación por su potencialidad dramática. Sin embargo, y como empieza ya a aparecer en Mantenga y es habitual ya en todo el siglo XVI. La representación comienza a tener unas características muy poco comunes. Frente al dolor que debería representar, el santo suele aparecer tranquilo o, aún más, con una cierta cara de placer, que (ortodoxamente) debería ser interpretada como un éxtasis o gozo supremo ante la visión ya cercana de Dios.


Sin embargo, este éxtasis (como luego el de Santa Teresa) fue interpretado de otra manera y el santo (un hombre normalmente musculazo, semidesnudo en donde el placer y el dolor se unen) terminó por ser el patrón popular de los gays a partir de finales del XV y XVI.


La Iglesia (sobre todo en Trento) intentó combatir esta costumbre, introduciendo decretos que impidieran la realización de obras excesivamente sensuales para la iglesia, poniendo veedores (expertos que calificaban las obras antes de su exposición pública) en todas las diócesis importantes, aunque al fin la medida no tuvo demasiado éxito y San Sebastián siguió siendo una de las imágenes más repetidas a lo largo del arte clásico.


Y es que, fuera ya del mundo griego en donde la homosexualidad era una práctica común perfectamente asimilada entre las clases altas, en el Renacimiento hubo numerosos autores gays como Botticelli, Cellini, Donatello, Michelangelo, Rafael, Leonardo da Vinci, que gracias a sus vínculos con el poder pudieron más o menos seguir sus inclinaciones sin demasiados sobresaltos (aunque Leonardo, por la delación de un enemigo, llegó a ser encarcelado durante un año).


Era el llamado pecado nefando, y en casi todos los países era causa de muerte en la hoguera, aunque como siempre ha ocurrido las clases poderosas tenían una mayor libertad de costumbres y menor control social.


Derek Jarman (1942- 1986). Escritor, poeta, actor (actuó en Julio César de Shakespeare, uno de sus autores preferidos intensamente a lo largo de su vida), escenógrafo, diseñador, cineasta, pintor y activista por los derechos de los homosexuales, es reconocido mundialmente por la calidad de sus obras. En todas sus películas se puede apreciar su pasión por el arte, creando verdaderos cuadros en sus escenas.


Sebastiane (1976) fue el primer largometraje dirigido por el cineasta de culto gay Derek Jarman. La película, hablada en latín, cuenta la historia de San Sebastián, capitán de la guardia del emperador Diocleciano que fue condenado a morir asaeteado por sus simpatías hacia el emergente Cristianismo. Mártir católico e icono gay, el filme no omite su relación homosexual con el centurión Justino.

domingo, 19 de abril de 2009

EL NUEVO DISCO DE MINA



Sulla tua boca lo dirò (Sobre tu boca lo diré)

Ya está a la venta en formato digital el nuevo disco de Mina, un tributo a los mejores romances en el que la cantante no incluye ningún tema inédito. El primer single de esta nueva publicación es Nessun Dorma, una versión libre de la conocida aria de la opera Turandot de Puccini para Tenor.

1- Mi chiamano Mimi
2- Ideale
3- I Have a Love
4- Caro mio Ben
5- Oblivion
6- Mi parlavi adagio
7- Manon
8- Bess You Is… I Loves You Porgy
9- È la solita storia…
10- Nessun dorma
11- E lucean le stelle
12- Sono andati



La cantante presentó en el Festival de San Remo el nuevo single, Nessun Dorma a través de un vi­deo promocional:








Nessun dorma!

Nessun dorma! Nessun dorma!

Tu pure, o Principessa,

nella tua fredda stanzaguardi le stelle che tremano

d'amore e di speranza!

Ma il mio mistero e chiuso in me,

il nome mio nessun sapra!

No, no, sulla tua bocca Io diro,

quando la luce splendera!


Ed il mio bacio sciogliera

il silenzio che ti fa mia!

Il nome suo nessun sapra...

E noi dovrem, ahime! Morir! Morir!


Dilegua, o notte!

Tramontate, stelle! Tramontate, stelle!

All'alba vincero! Vincero! Vincero!



¡Que nadie duerma!
¡Que nadie duerma! ¡Que nadie duerma!
Tú también, princesa,
en tu fría estancia
miras las estrellas que tiemblan de amor y de esperanza!

¡Mas mi misterio se encierra en mí,
mi nombre nadie lo sabrá!
¡No, no, sobre tu boca lo diré,
cuando resplandezca la luz!

¡Mi beso deshará
el silencio que te hace mía!
Mi nombre nadie lo sabrá,
Al amanecer deberemos morir ! Morir !

¡Noche, disípate!
¡Pónganse las estrellas!
¡Pónganse las estrellas!
¡Al alba venceré!¡Venceré, venceré!

lunes, 6 de abril de 2009

MUCHATELA

Grupo sanluqueño de amigos. Agua fría en el invierno para qué, ¿para qué?